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¿Por dónde empezar? les niñes producen el mundo que habitan
Reimaginar los estudios de la infancia implica reimaginar les niñes y sus experiencias. Pensar las niñeces como un conjunto de prácticas, relaciones y vivencias situadas, heterogéneas, ambivalentes y disputadas, en plural, nos desafía de múltiples maneras, en lo conceptual, lo metodológico, lo ético y lo político. Nos obliga a pensar en una pluralidad de estrategias que permitan abordar esta diversidad en las condiciones de existencia de les niñes, que elles no solo habitan sino también producen. Esto, además, sin perder de vista o diluir lo que existe en común entre les niñes, en principio, por su posición generacional y subalterna en relación con las prácticas y significados que instituyen e instituimos les adultes, sentidos que en ocasiones son resignificados por les niñes.
De tal manera, poniendo el foco en reimaginar los estudios de las infancias, nos reunimos y escribimos de modo colaborativo como un grupo de investigadoras de Chile y Argentina, a través de una serie de encuentros presenciales y virtuales que nos han permitido intercambiar materiales, referencias e ideas. Nos basamos en nuestros trabajos de investigación e intervención en los cuales desarrollamos proyectos participativos con niñes (de 3 a 15 años) en espacios de educación popular y militancia, en foros virtuales y en territorios urbanos en ciudades como Santiago, en Chile, y Villa María y Buenos Aires, para el caso de Argentina. Como mujeres investigadoras provenimos de diferentes disciplinas, tales como, los estudios urbanos, la antropología y la sociología. En la articulación material (desigual), semiótica, ética, política y afectiva (Haraway, 2019) con les niñes reconocemos “con cuidado” (Puig de la Bellacasa, 2017) que las intersecciones de clase, género y generación de nosotras y elles provocan conexiones y dilemas que se enredan en nuestras praxis.
En este marco, como colectivo reflexionamos sobre las particularidades de cada territorio y buscamos contribuir a la discusión sobre las infancias desde Latinoamérica. A partir de los materiales sólidos, sonoros y visuales que nos entregan nuestros terrenos y desde la colaboración activa de les niñes, vamos construyendo propuestas y relacionalidades para avanzar en la investigación y en la acción. Si bien estas materialidades y experiencias son diferentes, en una región marcada por la desigualdad persistente, el diálogo nos ha posibilitado hallar puntos en común y visibilizar a estos niñes latinoamericanos como agentes sociales capaces de sostener la producción y reproducción social de su vida desde múltiples interacciones, acciones y discursos. Las maneras de hacer infantiles que hemos descubierto en el estar con niñes se vinculan con sus capacidades de conocer, significar, resolver, improvisar, movilizar demandas, formar intenciones, coordinar acciones con otres y actuar de manera creativa, incluso bajo relaciones de poder entre grupos y generaciones.
Justamente, uno de los desafíos de la investigación centrada en les niñes es el riesgo de esencializar las experiencias infantiles o de exaltar “la voz de la infancia” como si se tratara de un relato meramente reflexivo y explícito (Spyrou, 2011). En suma, estamos atentas a no pensar a les niñes como sujetos radicalmente distintos y distinguibles de su realidad social. Nuestras acciones en el campo y en la interacción con elles, no definen significados y formas de hacer “a priori”, más bien buscan rastrear y comprender las vivencias de les niñes a partir de las asociaciones que elles y nosotras causamos. Nos moviliza entonces el encuentro intergeneracional. Exploramos cómo los sujetos y los objetos estamos siempre en relación, es decir, cómo actores y actuantes permanecemos desigualmente distribuidos y sin embargo sostenemos vínculos.
En efecto, en nuestros trabajos entendemos a les niñes como agentes activos en su propio mundo social que incluye a otres niñes, adultes y seres más allá de lo humano. Entenderles en sus interacciones con otres significa reconocer a les niñes como parte central de un entramado de relaciones “hechas cuerpo” y relato, en tiempos y lugares reales que posibilitan, acompañan y limitan su actuar. Observar estos vínculos supone saber que los mismos no son estáticos. En periodos de tiempo relativamente cortos, les niñes hacen y deshacen lazos, cambian dinámicas de poder o las interpelan, y amplían su radio de acción en sus comunidades y territorios.
Por ejemplo, hemos rastreado este nodo de relaciones al fomentar su posición de ciudadanos, miembros activos de su comunidad política, motivándolos a opinar sobre el país que habitan, en especial, en el contexto del proceso constituyente chileno. De esta manera reflexionamos sobre cómo elles se ven en relación a las figuras de autoridad y qué piensan sobre los problemas que aquejan a sus compatriotas. En esta misma línea, otro de los proyectos busca sostener intervenciones y gatillar conversaciones con les niñes sobre su interacción con los espacios de su ciudad. Por su parte, otro de nuestros trabajos intenta reconocer la importancia que tienen para les niñes y su comunidad otras ontologías, a través de la realización de un censo de animales que habitan su barrio en pos de dar cuenta de la convivencia nada sencilla, desde enredos humanos y más que humanos (Latour, 2007). Por tanto, las investigaciones que nos convocan son posibilitadas y vehiculizadas a través de entramados políticos, afectivos y metodológicos que establecemos nosotras con les niñes en los territorios. A continuación, volvemos sobre algunos clivajes centrales de estas relaciones sociales y de conocimiento con les niñes.
La dimensión política y afectiva del trabajo con niñes
Nuestras diversas investigaciones e intervenciones producen conocimiento no solo en torno a la pluralidad de las niñeces latinoamericanas, sino que registran los modos en los que les niñes disputan estas construcciones. A partir de aquí consideramos a les niñes como sujetos no únicamente sociales, sino también epistémicos y políticos que causan aperturas en nuestras investigaciones en las que necesariamente, y por suerte, ocurren cosas inesperadas. En este sentido, es imposible ignorar la profunda potencia política de nuestro hacer con niñes.
Destacamos entonces que les niñes son sujetos de derecho como está establecido legalmente, y también son sujetos políticos plenos que participan cotidianamente de la organización de todos los ámbitos de la vida. Por ende, nuestros procesos de investigación hacen lugar a la politicidad de la infancia y a las cosas que les niñes causan dentro del mundo político, no solo cuando opinan de sus representantes, sino cuando discuten sentidos sobre su vida cotidiana mientras la vivencian. Asimismo, la presencia activa de les niñes transforma el derrotero de nuestras investigaciones y el de las organizaciones e instituciones en las que participan. El reconocimiento político de les niñes conecta con el siguiente punto que nos interesa indicar, esto es, cómo las metodologías y los productos de nuestras investigaciones rebasan nuestras intenciones de partida. Así, podemos detenernos en algunas escenas que se repiten en nuestros proyectos: una comida hecha para merendar entre todes; niñes haciendo maquetas y cartografías de los barrios; niñes produciendo dibujos, marcas e intervenciones en el espacio; las hojas en las que escribimos cuentos y jugamos algún ta-te -tí. Estas producciones quedan en los lugares en los que trabajamos como parte de la vida allí. Materiales, procesos y transformaciones que nos unen y desbordan en el lazo político, afectivo y metodológico con les niñes.
Las metodologías como calidoscopio
El intercambio de experiencias de investigación con niñes nos permitió reconocer ciertos principios compartidos que atraviesan nuestras herramientas metodológicas. Si bien no seguimos recetas ante la pluralidad de las experiencias infantiles y su politicidad, identificamos lo visual, lo sensorial, lo estético y lo dinámico como central para el trabajo con niñes. Elles se conectan con sus territorios y experiencias desde sus percepciones corporales, desde su exposición a la materialidad de su vida cotidiana. En ese sentido, la exploración de las representaciones visuales y concretas de conceptos abstractos como ciudadanía e identidad, se beneficia de soportes propios del arte contemporáneo, la performance urbana y el oficio de la investigación en ciencias sociales compartido en estos casos con les niñes.
Así, por ejemplo, la construcción de artefactos ciudadanos como banderines tridimensionales, lentes o móviles realizados a partir de desechos o elementos reciclables para retraducir sentidos infantiles; la creación de bitácoras sobre plantas nativas y la implementación de un censo de animales en un territorio; junto con la construcción conjunta de afiches, historias e historietas y el recorrer con niñes sus territorios de vida a partir de caminatas, juegos, entrevistas y fotografías, son caminos para indagar en las significaciones de lo que implica ser ciudadano para les niñes, tener derechos, pertenecer a un territorio y comunidad, y conocer sobre aquello que nos rodea.
A la par, creemos importante entender las metodologías de investigación con niñes como un continuo, un hacer en solución, con límites y puntos de fuga, como una práctica que permanentemente se enfrenta al mundo de manera colaborativa, co-creando entendimientos y soluciones para la vida común. En esta línea, la retroalimentación entre nosotras y les niñes se despliega de forma dialógica a partir del reconocimiento de los saberes mutuos. El encuentro intergeneracional y entre grupos sociales provoca poner en común aquello que cada une trae, para correr el límite de lo posible. No obstante, entendemos que esto no es una tarea fácil, por ello nos dejamos interpelar en el estar y hacer con niñes, sin romantizar ni infantilizar nuestras estrategias metodológicas.
Asimismo, nos parece que lo digital es fundamental para esta generación, porque si bien insistimos en el espacio que compartimos, cuerpo a cuerpo, entendemos que este puede trascender los límites físicos y conocidos. Coincidimos entonces en el uso de plataformas compartidas con les niñes para intercambiar proyectos y puntos de vista, así como también para comunicar a otres nuestros descubrimientos.
En definitiva, destacamos la multidisciplinariedad de los métodos usados. Nuestros materiales son híbridos, pues combinan perspectivas provenientes de distintas formas de aproximarse a la investigación tales como la etnográfica, lo experimental y lo narrativo. Les niñes en nuestros proyectos registran, crean, imaginan, cuentan, dibujan, caminan, movilizan diferentes elementos para hablar sobre elles, les otres, su barrio y su ciudad. Este hablar se encuentra unido a sus experiencias incorporadas, corporales y cotidianas. Por ello, esta articulación de soportes se resuelve y revela en la práctica, en un constante hacer creativo que despega de referencias múltiples y se adapta a cada contexto de forma situada.
La importancia de las diversas ontologías y materialidades en los territorios
Nuestros trabajos con niñes se centran en registrarlos, conocerlos, pero también en hacerlos partícipes de estos procedimientos, que nos posibilitan descubrirnos a nosotras mismas. Llevamos con nosotras nuestros instrumentos de oficio, los compartimos y pensamos qué causan en la relación con niñes. Así, una de las investigaciones puso en juego un cuaderno de papel frente al cual les niñes se mostraban curiosos. Luego, comenzaron a participar activamente en esos registros, a indicar aspectos de su cotidianidad e incluso conflictos emergentes que según elles debían ser apuntados por puño y letra de la investigadora. Más tarde, el tempo de la práctica interpelado por la mirada infantil, generó que ese clásico cuaderno de la etnógrafa se reemplazara por un celular. Esta transmutación es productiva y nos permite “quedarnos cerca” de la temporalidad, de la escritura digital y de los intereses infantiles.
A la par, en tiempos marcados por la pandemia, otros soportes de investigación mutaron notablemente. De tal modo, algunas de nuestras experiencias se basan en conexiones por WhatsApp con niñes, en grupos de discusión por G-Meet y en actividades a partir de múltiples materiales comunes como papel, pegamento, cintas y colores, que viajan hacia el interior de los hogares de les niñes; materialidades que resultan, en un tiempo-otro, en fotografías de los trabajos realizados y en capturas de pantalla. El espacio íntimo y el virtual, tiempos ordinarios y en línea, recursos sencillos vueltos creaciones infantiles se anudan entonces en nuestras trayectorias de investigación.
En otras ocasiones, la era digital parece detenerse. Al menos por algunos momentos el celular, las cámaras y el internet no marcan el ritmo de la acción, aunque no están ausentes. Nos sumergimos nuevamente en otra de nuestras investigaciones, en un territorio periférico donde les niñes investigan sobre plantas, animales, chatarras y otras entidades presentes en el lugar. Aquí, el trabajo se realiza al aire libre, la escritura muchas veces es manual, los soportes son el papel y sus superposiciones, las tijeras, las acuarelas, las cintas, las cuerdas y las mantas apoyadas sobre el suelo de arena donde elles se sientan para producir sus dibujos y notas utilizando como tableros recortes de cartón. Les niñes recolectan flores, hojas, ramas, bichos, huesos, arena y agua, para mirarlos con sus propios ojos, con lupa, con microscopio y a veces con una aplicación de celular que simula el enfoque de algún animal. Para este caso, ¿cómo sobreviven los animales?, ¿dónde estaban ciertos objetos antes de terminar arrojados como basura en el barrio?, ¿qué cosas hay abajo del barrio, qué cosas hay encima del mismo? y ¿por qué se ven muchas bicicletas en este sitio que viajan junto con les niñes?, son interrogantes que no brotan de una especulación “sin contexto”, emergen de manera situada y contribuyen a leer la vida cotidiana de les niñes desde un mundo social que es “más que infantil” y “más que humano” (Kraftl, 2021).
¿Por dónde continuar?
Nuestra preocupación por reimaginar las formas de investigar, hacer y estar con niñes demanda, por un lado, llevar adelante procesos de investigación e intervención colaborativos que nos sigan encontrando a nosotras, mujeres investigadoras latinoamericanas, para continuar escribiendo juntas, compartiendo sentires y dilemas y explorando nuestras líneas de estudio.
Por otro lado, el encuentro aparece como brújula para ingresar a la estructura de sentimiento (Williams, 1977) de les niñes, para vincularnos con su pensamiento tal como es sentido y conocer sus significados, valores y prácticas. Logramos ingresar a este proceso social, total, abierto y conflictivo de la vida en el que participan les niñes, uniendo el espacio urbano y el virtual, la etnografía, el arte, lo político y lo multiespecie. Esta multiplicidad de relacionalidades, materiales, espacios, tiempos y narrativas nos permiten ir detrás de las huellas de les niñes y reimaginar otras existencias posibles.
En definitiva, desde esta producción colectiva señalamos que les niñes son agentes sociales y sujetos políticos, de conocimiento y creatividad. Para rastrear e interpretar la complejidad de su “vida toda” destacamos dos movimientos de pensamiento y acción: en primer lugar, deseamos alargar la lista de actores, agencias y actuantes que intervienen en las diversas relaciones que les niñes despliegan; en segundo lugar, buscamos acortar la distancia entre ciencia, sociedad y naturaleza discutiendo esta división arbitraria y fundante del conocimiento moderno y de la manera particular en la que es concebida la infancia.
En otras palabras, nuestra contribución dentro del campo de la infancia propone una batería de estrategias metodológicas como caminar con otres, compartir y hacer registros etnográficos, gráficos, estadísticos y audiovisuales, construir artefactos para mirar y producir significados, intervenir artísticamente el espacio, diseñar cartografías, escribir historias, y sostener conversaciones intergeneracionales, entre otras posibilidades, que se centran en conectar las experiencias infantiles con diversos grupos, generaciones y ontologías. En particular, preguntarnos cómo es producida la infancia en torno con diferentes materialidades y conexiones “más que humanas” abre el mapa de las preguntas.
Ahora bien, nuestras orientaciones teóricas, metodológicas y políticas no tienen garantías, no proclaman recetas: frente a la multiplicidad de las experiencias infantiles, ensayamos y erramos. Nuestras praxis son un proyecto para armar y una invitación a jugar.
Nota: Las fotografías cuentan con el consentimiento informado de les niñes, familias e instituciones participantes en los diferentes proyectos de investigación e intervención.
Cite as
Rocío Fatyass, Gabriela Piña, Rosario Palacios y Hebe Montenegro, ‘Sin garantías: muchas experiencias infantiles, un proyecto para armar,’ in Reimagining Childhood Studies, 15 November 2022, https://reimaginingchildhoodstudies.com/sin_garantías